Los residuos liberados durante el sacrificio de los cerdos se calientan en hornos. En la planta de fusión de grasas en la que se encuentran estos hornos, el aire se trata en varios lugares antes de ser postratado en el biofiltro.

También se trata el olor procedente del almacenamiento de los residuos del sacrificio.

Para reducir las molestias por olores de la fundición de grasas, se adquirió una planta.

Se colocaron cinco atomizadores en el interior para reducir al máximo el olor ya antes del biofiltro. Cuatro atomizadores se colocaron encima del biofiltro, donde neutralizan el olor restante.

En la zona refrigerada donde se almacenan los despojos de bovino, hay muchos olores molestos para los empleados.

La sala se equipó con un sistema de nebulización asistida por aire comprimido que pulverizaba enzimas cada 10 minutos, durante 5 minutos, para neutralizar los olores.

El aire extraído de todos los departamentos del matadero se emite al aire exterior. Como este matadero está situado en una zona residencial, hubo muchas quejas de los residentes locales.

Los gases residuales (en total, unos 70.000 m3/h) se conducen a una chimenea de 20 metros de altura a través de un único colector.

Tres conductos anulares (7+7+6) inyectan el producto desodorizante Ecodor EC250 en este colector, neutralizando así el aire que se escapa.